"UN BLOG PARA TODOS Y PARA NADIE

Bienvenidos:

Este es un blog dedicado a mí mismo, poco me importa si leen o no mis publicaciones. "Yo soy pretil junto a la corriente. ¡Agárreme el que pueda! Pero yo no soy vuestra muleta".

Sepan que he invertido cierta parte de mi tiempo en elaborar las publicaciones de este blog y si le sirve de provecho a alguien, ¡enhorabuena!

Los creyentes fanáticos e intolerantes no son bienvenidos en este lugar, vayan a arrojar sus inmundicias a otra parte (tampoco responderé a sus tonterías), pues yo "sé que me cortaron las alas, mas eso no me impedirá elevarme por encima del cielo".

Los predicadores de cualquier índole religiosa, son mis enemigos, y con esto no me refiero a las víctimas de la religión ni a los cristianos liberados, quienes creen en dios según su capricho; tampoco a los que no leen o interpretan las "sagradas" escrituras según su conveniencia. Tengo aún menos consideración por quienes asisten a "retiros espirituales" y "misas" con el único fin de "evangeligar". Estos no son mis enemigos, a lo mucho son comediantes de la "divinidad".

Recomiendo a mi reducido número de lectores un poco de paciencia, ya que encontrarán algunas publicaciones extensas. "¡No arrojes al héroe que hay en tu alma! ¡Conserva santa tu más alta esperanza!"

Por último, quiero proclamar, en nombre del conjunto gregario humano, lo siguiente:

"Creo en la redención de la humanidad: la detonación de la bomba del juicio final".

lunes, 21 de octubre de 2013

SOBRE LA VIDA MUNDANA



"...no he tenido que hacer ningún sacrificio para la vida mundana. Esa vida no me gusta, no soy una persona que le gusten las fiestas, por ejemplo. La noche para mí ha sido más bien de trabajo, cuando fui periodista de joven, o después en mis años en la radiotelevisión francesa, también trabajaba de noche. Una vez dije que nunca había ido a una discoteca, entonces provoqué una carcajada, como quien ha dicho una broma. Pero lo decía de verdad. No ha sido para mí un sacrificio perderme de esa parte de la noche. Fíjate que viví cinco años en Barcelona y había una discoteca que era muy famosa llamada Bocaccio. Un día le dije a Patricia, “es increíble que ya nos vamos a ir de aquí sin haber pasado por esa discoteca”. Entonces fuimos y miramos cómo era y eso fue todo. Nunca ha sido un sacrificio obviar esos lugares porque detesto la bohemia. A mí me gusta ir a cafés a leer, a escribir. Después, me gustan las reuniones con amigos, grupos más bien pequeños que sean muy afines. Eso sí que me encanta. Pero si tengo que elegir algo esencial, eso es mi trabajo. Es lo que realmente me gusta, leer y escribir y a eso dedicar la mayor parte de mi tiempo, muchas horas al día. Eso no es un gran sacrificio, sino un gran placer. De todos modos, hay momentos en que me cuesta muchísimo esfuerzo, en los que tengo ganas de tirar abajo el escritorio".

Mario Vargas Llosa

jueves, 10 de octubre de 2013

LEY DE LOS TRES ESTADOS, POR AUGUSTE COMTE


La evolución de los conocimientos según el padre de la sociología, cuenta con una vigencia extraordinaria en la actualidad. En estos días de penumbra.


"...cada una de nuestras principales especulaciones, cada rama de nuestros conocimientos, pasa sucesivamente por tres estados teóricos diferentes: el estado teológico o ficticio, el estado metafísico o abstracto, y el estado científico o positivo".


"En el estado teológico, el espíritu humano al dirigir esencialmente sus investigaciones hacia la naturaleza íntima de los seres, hacia las causas primeras y finales de todos los efectos que le asombran, en una palabra, hacia los conocimientos absolutos, se representa los fenómenos como producidos por la acción directa y continuada de agentes sobrenaturales más o menos numerosos, cuya arbitraria intervención explica todas las anomalías aparentes del universo".


"En el estado metafísico, que en el fondo no es más que una simple modificación del primero, los agentes sobrenaturales son reemplazados por fuerzas abstractas, verdaderas entidades (abstracciones personificadas), inherentes a los diversos seres del mundo, y concebidas como capaces de engendrar por sí mismas todos los fenómenos observados, cuya explicación consiste, así, en asignar a cada uno su entidad correspondiente".


"Por fin, en el estado positivo, el espíritu humano, reconociendo la imposibilidad de obtener nociones absolutas, renuncia a buscar el origen y el destino del universo y a conocer las causas íntimas de los fenómenos, para dedicarse únicamente a descubrir, con el uso bien combinado del razonamiento y de la observación, sus leyes efectivas, es decir, sus relaciones invariables de sucesión y similitud. La explicación de los hechos, reducida a sus términos reales, no será en adelante otra cosa que la coordinación establecida entre los diversos fenómenos particulares y algunos hechos generales, que las diversas ciencias han de limitar al menor número posible".

Curso de filosofía positiva, Lección primera, Aguilar, Buenos Aires 1973, p. 34-36.