"UN BLOG PARA TODOS Y PARA NADIE

Bienvenidos:

Este es un blog dedicado a mí mismo, poco me importa si leen o no mis publicaciones. "Yo soy pretil junto a la corriente. ¡Agárreme el que pueda! Pero yo no soy vuestra muleta".

Sepan que he invertido cierta parte de mi tiempo en elaborar las publicaciones de este blog y si le sirve de provecho a alguien, ¡enhorabuena!

Los creyentes fanáticos e intolerantes no son bienvenidos en este lugar, vayan a arrojar sus inmundicias a otra parte (tampoco responderé a sus tonterías), pues yo "sé que me cortaron las alas, mas eso no me impedirá elevarme por encima del cielo".

Los predicadores de cualquier índole religiosa, son mis enemigos, y con esto no me refiero a las víctimas de la religión ni a los cristianos liberados, quienes creen en dios según su capricho; tampoco a los que no leen o interpretan las "sagradas" escrituras según su conveniencia. Tengo aún menos consideración por quienes asisten a "retiros espirituales" y "misas" con el único fin de "evangeligar". Estos no son mis enemigos, a lo mucho son comediantes de la "divinidad".

Recomiendo a mi reducido número de lectores un poco de paciencia, ya que encontrarán algunas publicaciones extensas. "¡No arrojes al héroe que hay en tu alma! ¡Conserva santa tu más alta esperanza!"

Por último, quiero proclamar, en nombre del conjunto gregario humano, lo siguiente:

"Creo en la redención de la humanidad: la detonación de la bomba del juicio final".

lunes, 17 de marzo de 2014

PSICOLOGÍA DE LOS GRUPOS CRISTIANOS - ¡VAMOS A EVANGELIGAR!


Tanto el instinto gregario como el instinto sexual han servido para conservar la especie, es decir, la plaga humana, sin embargo, hoy en día parece buscar lo contrario, la degeneración y aniquilamiento del individuo. En esta ocasión no me referiré a sus fines de semana nocturnos en bares y discotecas, sino al "proceso evangeligador" de los grupos cristianos. Para comenzar, todos sabemos que estos grupos alteran la conducta de los individuos al imponer sutilmente sus ideas y creencias. En poco tiempo, debido a la fuerza mayoritaria del grupo, el individuo experimentará diversos conflictos de conciencia, los cuales terminarán reblandeciéndolo, adoptando así conductas y pensamientos que antes podría haber cuestionado. Esto se debe a la sugestión e influencia (sobre todo afectiva) que ejerce la masa sobre el susodicho, según lo explica Sigmund Freud:
  • Hemos partido del hecho fundamental de que el individuo integrado en una masa, experimenta, bajo la influencia de la misma, una modificación, a veces muy profunda, de su actividad anímica. Su afectividad queda extraordinariamente intensificada y, en cambio, notablemente limitada su actividad intelectual. Ambos procesos tienden a igualar al individuo con los demás de la multitud, fin que sólo puede ser conseguido por la supresión de las inhibiciones peculiares a cada uno y la renuncia a las modalidades individuales y personales de las tendencias.
El contagio mental que se da en el individuo a través de la masa, hace que aquel actúe y piense en función a ésta, acentuando decididamente el factor afectivo, por lo que se da un relación de dependencia con la masa, que a través de la sugestión, limita parcial o totalmente el desarrollo de la personalidad y el intelecto del individuo sobre condiciones en las cuales se establecen influencias carentes de un fundamento lógico suficiente, por lo que prima la afectividad e instinto sexual en la mayoría de casos, especialmente si son personas jóvenes las que integran el grupo.

En el proceso de atracción, el individuo se seinte familiarizado con aquellos con quienes entra en contacto y su respuesta inicial es a menudo una reacción emocional; la semejanza es importante y las interacciones placenteras son cruciales. En este caso podemos citar los retiros espirituales, las reuniones en parroquias, paseos de confraternización, y toda situación que provoque efusión y potencie la libido.

La igualdad de todos ante dios que se predica en estos grupos hace que ocurran relaciones sentimentales entre sujetos lo más desemejantes posibles, por lo que será muy común ver a un genio con una tonta, a una mujer guapa con un feo, a un alcohólico con una abstemia, a un patán con una damisela, entre otros casos.

La doctrina del grupo cristiano es la igualdad de todos ante dios, por lo tanto se ocupará de igualar al individuo con los demás miembros de la comunidad. Se pierde la capacidad de selección y distanciamiento, todo orgullo y valía personal es desechado, aquí todos son iguales, nadie puede levantar la cabeza más que otro, nadie puede sentirse superior ante los demás miembros, sería una blasfemia afirmar lo contrario y esto, además, desencadenaría una contienda entre los miembros del grupo. Esta igualdad que se impone al individuo crea una relación de afinidad que lo enlaza con el grupo por determinado tiempo, ya que cuando se alcanza la madurez intelectual, el individuo abandonará el grupo para buscar su desarrollo personal y el de su familia, relegando así a un segundo plano al grupo o separándose definitivamente. El individuo en busca de independencia, también puede alcanzar la emancipación mental y física a través del egoísmo racional:

  • El hombre —cada hombre— es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por sí mismo y para sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros. La búsqueda de su propio interés, su propio yo racional y su propia felicidad es el más alto propósito moral de su vida. Ayn Rand

La proximidad es de vital importancia, ya que así se puede persuadir más fácilmente; el grupo religioso y la iglesia, sabiendo muy bien esto, procurarán mantener a los miebros lo más unidos posibles, ya que la soledad, muchas veces te lleva a pensar y, por lo tanto, a cuestionar. Esa es la razón por la que la iglesia interviene en todos los asuntos de la vida cotidiana del hombre: bautismo, penitencia, matrimonio, unción de los enfermos.
Volviendo al grupo cristiano en cuestión, la proximidad física en las parroquias y encuentros espirituales, facilita que sus integrantes tiendan a iniciar algún tipo de relación estrecha. El poder de la proximidad y la uniformidad de pensamiento, ocasionan que, en el grupo surjan relaciones sentimentales con una base muy endeble, las cuales, podrían llegar al matrimonio, pero que están condenadas al desengaño y al fracaso de antemano; pues lo que se demuestra en el grupo es solo aparente, una máscara surgida de la imitación y del contagio mental, cuyos fines son la adaptación y la aceptación del grupo, para así incrementar las probabilidades de interacción de los sexos. Nunca se es uno mismo en la multitud.

Algunas consideraciones psicológicas al respecto:

Se ha encontrado que la exposición repetida a un nuevo estímulo (la cara de un sujeto) por lo general resultará en una evaluación cada vez más positiva de ese estímulo. Incluso los niños tienden a sonreír ante una fotografía de alguien que han visto antes pero no ante una fotografía de alguien que están viendo por primera vez (Brooks-Gunn y Lewis, 1981). Con la exposición repetida, los estímulos nuevos y atemorizantes podían gradualmente tornarse familiares y seguros. Una cara familiar no sólo evalúa positivamente, sino que genera afecto positivo y activa los músculos faciales y la actividad cerebral de una manera que indica una respuesta emocional positiva.

En el proceso de "EVANGELIGAR", siempre hay un "evangeligador" y una "evangeligadora" relacionándose; el instinto sexual prevalecerá y los miembros buscarán dentro del grupo, la satisfacción de su deseo sexual. Los machos más inexpertos en el arte del enamoramiento, cuya necesidad de afecto los compele a acudir a estos grupos religiosos, estarán muy satisfechos mientras existan potenciales cadidatos/as para la iniciación de una relación amorosa.  "La familiaridad conduce al agrado si la persona tiene una alta necesidad de estructura" (Hansen y Bartsch). De igual forma las hembras más inexpertas en el arte de la seducción, ingresarán al grupo para ser conquistadas por un príncipe azul o por varios príncipes a la vez, pues lo hay de todos los colores. El condicionamiento subliminal antes mencionado (Exposición constante), hace que la mujer se sienta dispuesta a aceptar a un varón que posiblemente antes habría rechazado.

El amor cristiano no es más que un eufemismo del deseo sexual, usado como excusa para mantener la proximidad con el objeto deseado, cuyo único fin es la cópula sexual.
No hay motivos para avergonzarse de una sexualidad sana, sobre eso no hay discusión. El problema radica en el sobreexcitamiento de los miembros del grupo, para luego hacerlos partícipes de un sentimiento culpabilizante, impuesto por su doctrina religiosa. Esto último, por supuesto, muchos de ellos lo pasarán por alto, pero habrán algunos que se lo tomarán muy en serio y sufrirán internamente. Tal vez la gente cristiana se indigne conmigo por hacer estas afirmaciones, solicitando que me retracte, sin embargo no lo haré, ya que no me gusta ceder a los reproches de mojigatos, pues nunca se sabe adónde puede llevarle a uno tal camino; se empieza por ceder en las palabras y se acaba a veces por ceder en todas las cosas. No faltará quien grite a toda voz su protesta, buscando la singularidad frente al grupo. Entonces debo preguntarle ¿qué es lo que lo obliga a permanecer allí? ¿acaso es su amor a dios o su amor por los hombres?

Ateo Congénito


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